El Plan incluye este año cuatro sesiones de este curso, para formar en Humanización en el área sanitaria
El intensivista Gabriel Heras y el enfermero José Manuel Velasco han sido los encargados de ofrecer estas sesiones
El Hospital Universitario de Jaén ha organizado, dentro de su plan de formación continuada, el curso ‘Atención centrada en la persona’, desarrollado por el intensivista del centro jiennense Gabriel Heras y el enfermero del Hospital Universitario ‘Virgen del a Victoria’ de Málaga, José Manuel Velasco.
Se trata de la segunda edición de estos talleres, dirigidos a profesionales de este centro sanitario, y que se ha desarrollado en el centro ‘Doctor Sagaz’, con una duración de dos días. Durante el segundo semestre del año, se desarrollarán dos sesiones más, lo que extenderá la formación a unos 100 profesionales.
“El objetivo general de este curso ha sido reflexionar sobre la necesidad de humanización de la atención sanitaria y adquirir herramientas para favorecer el proceso de humanización en nuestro entorno”, ha indicado Heras. “Es fundamental sentar las bases de la Atención Centrada en las Personas: pacientes, familias y profesionales para transformar la realidad del Hospital Universitario de Jaén hacia un modelo más amable para todos. Estamos encantados de la acogida entre los profesionales jiennenses, y convencidos de que servirá para generar nuevos procesos y reactivar su motivación”.
Los participantes de esta edición se han formado en aspectos relacionados con la humanización en la asistencia sanitaria. Entre las materias tratadas durante los dos días de duración, se han abordado las necesidades de la familia y los pacientes, además en nuevos planteamientos como la flexibilización de los horarios de visita y necesidades individuales; la comunicación y mejora de la información entre pacientes, familias y profesionales; el bienestar y satisfacción del paciente; la participación de la familia en los cuidados y presencia durante los procedimientos; la prevención y manejo del síndrome post-hospitalización, y, en concreto, las secuelas físicos, psicológicas y sociales.
Además, se han abordado las mejoras arquitectónicas y estructurales que ayudan a facilitar el trato humanizado; las habilidades no técnicas que precisan los profesionales, como la comunicación, la resiliencia, el trabajo en equipo, la relación de ayuda, la empatía, la escucha activa y la compasión. Por último, también se ha abordado el manejo de situaciones terminales: la adecuación de cuidados al final de la vida, la integración de los cuidados paliativos, las voluntades anticipadas y los cuidados del profesional ante el desgaste en este tipo de funciones.