Durante su primer mes de funcionamiento, los especialistas han atendido a 14 pacientes

Esta nueva prestación pretende mejorar la calidad de vida de estas personas, además de ayudar y apoyar a sus familias

El Hospital Universitario de Jaén ha puesto en marcha una consulta de seguimiento destinado a pacientes que han requerido atención en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro. Durante su primer mes de funcionamiento, la consulta ha atendido a un total de 14 pacientes y a sus familias.

Con el Programa RENACE HUCI JAÉN se pretende mejorar la calidad de vida de los pacientes tras salir de la UCI, además de ayudar y apoyar a las familias en su papel de cuidadores principales, mejorar la percepción de cuidados recibidos y la experiencia de pacientes y sus familias. En definitiva, que puedan recuperar cuanto antes su calidad de vida previa.

Esta consulta tiene como objetivo la prevención, diagnóstico, seguimiento y tratamiento del síndrome post UCI en el Hospital de Jaén. Así, se pretende reducir las posibles secuelas a través de la implementación de un protocolo de analgesia, sedación y delirium, disminuir las tasas de reingreso y los días de estancia tanto en UCI como en el Hospital e implementar un protocolo de movilización temprana.

“Los pacientes que cumplan los criterios de inclusión serán citados en esta consulta al mes de recibir el alta hospitalaria, de manera que, una vez valorados, puedan ser derivados, en caso de ser necesario, a otros especialistas en los servicios de Rehabilitación, Neumología, Neurología, Salud Mental, Nutrición, Atención Primaria o Servicios Sociales”, ha indicado el doctor Gabriel Heras, uno de los facultativos del Servicio de Medicina Intensiva que han desarrollado el proyecto.

En el año 2010 se definió el síndrome Post Cuidados Intensivos como un conjunto de síntomas físicos, cognitivos, psicológicos y emocionales que surgen y persisten tras un ingreso en una UCI, y que conllevan un deterioro en la calidad de vida tras el alta. Además, estos síntomas pueden afectar también a los familiares y cuidadores del paciente, pudiendo aparecer este síndrome a nivel familiar. Puede acarrear importantes problemas sociales, económicos y de salud para los familiares tales como la ansiedad, depresión, estrés postraumático o problemas del sueño, entre otros.

“Puede afectar a un 30-50% de los pacientes que han pasado por un estado crítico, y que puede persistir durante años tras el alta”, ha incidido Heras. La disfunción física se estima que puede aparecer entre un 25-80% de los supervivientes, y cerca del 25% requieren ayuda para las actividades diarias básicas hasta un año después del alta en UCI. Por otro lado, la disfunción cognitiva ocurre en hasta el 80% de los pacientes post-UCI, pudiendo estar presente, incluso años después. En cuanto al componente psicológico, se estima que presentan depresión un 30%, ansiedad un 70% y trastorno de estrés post-traumático un 50%, pudiendo persistir este último hasta cuatro años.

Este proyecto nace como elemento fundamental en la humanización de la asistencia para los pacientes y sus familias, con una gestión basada en la dignidad y los valores y el cuidado centrado en las personas”, ha indicado Heras.