La consulta de uveítis y enfermedades reumáticas del Hospital Universitario de Jaén atiende una media de más de doscientos pacientes al año, que se ven afectados por inflamaciones en la capa media de la pared ocular, denominada úvea, e igualmente por efectos de tipo reumatológico. Lleva activa desde 2008 y mantiene una atención media de más de doscientos pacientes al año.
El jefe de la Unidad de Oftalmología del Hospital Universitario de Jaén, José Calzado, indica que “esta unidad multifuncional llegó para dar respuesta a una demanda muy importante de un grupo de pacientes oftalmológicos y reumatológicos, ante una patología que implica una importante pérdida de visión y que implica un gran número de consultas con los especialistas”. En este sentido, destaca que en su momento fue una de las primeras unidades multidisciplinares en implantarse en el centro.
Según explica el especialista en Oftalmología Ricardo Gayá, “las uveítis pueden producirse en la parte anterior del ojo o en la posterior. Se deben a todo tipo de causas, desde infecciosas, inflamatorias o por enfermedades cancerosas, entre otras”, por lo que los profesionales de la consulta advierten de que a los pacientes hay que hacerle estudios completos, con el fin de determinar el motivo con exactitud para aplicar el tratamiento correcto.
En cualquier caso, “alrededor de la mitad de las causas por las que se produce la patología no se conocen. De la otra mitad, un tercio se relacionan con enfermedades reumáticas”, explica la especialista en Reumatología Alba María Cabezas, que añade que “las más características son la artritis idiopática juvenil, que es la que afecta a niños, la espondiloartritis, la espondilitis anquilosante, que afectan a la espalda y otras menos frecuentes, como la enfermedad de Behcet, la sarcoidosis o determinadas vasculitis”.
Pueden afectar a cualquier grupo de edad, desde niños a ancianos, y son enfermedades que se desarrollan con carácter leve o grave e incluso provocar ceguera del afectado o incluso, conllevar la muerte asociadas a otras enfermedades generales, aunque esto suele ser excepcional. Los síntomas que presentan van desde dolor, enrojecimiento ocular y pérdida de visión. A menudo, aparecen de manera repentina, aunque también ocurre que se instauran lentamente y casi sin que el paciente se dé cuenta de ello.
Los facultativos de ambas especialidades atienden a los pacientes desde que debutan con una uveítis y realizan el seguimiento posterior, monitorizando el tratamiento y comprobando su aceptación, adaptándolo siempre que es necesario a la patología que predomine. Además, si finalmente la enfermedad no deriva en una dolencia reumática, los reumatólogos igualmente colaboran en la aplicación del tratamiento sistémico.