Profesionales del centro realizan la primera histerectomía a través del robot quirúrgico ‘Da Vinci’
La nueva intervención supone numerosas ventajas para la paciente, entre ellas, una mejor y más rápida recuperación
El robot quirúrgico ‘Da Vinci’, que comenzó a operar en el Hospital Universitario de Jaén en abril de 2022, ha incorporado al servicio de Ginecología, que ha realizado la primera intervención a través de este procedimiento robótico.
Los responsables de esta intervención han sido Antonio Carballo y Jesús Hijona, que han estado acompañados por un especialista referente nacional y europeo en este tipo de operaciones, Jordi Ponce, del centro hospitalario Bellvitge de Barcelona.
“La primera intervención ha sido una histerectomía, un procedimiento que, aplicando este nuevo tipo de operaciones, supone diversas ventajas, entre ellas, una más rápida y mejor recuperación de la paciente”, ha indicado Jesús Presa, jefe de servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Jaén.
“Nuestro servicio irá incorporando nuevas técnicas quirúrgicas que se desarrollarán a través de este robot, así como incrementando la formación de nuestros profesionales para ofrecer la mejor asistencia sanitaria a aquellos pacientes que lo precisen”, ha enfatizado Presa.
Las principales características del equipamiento tecnológico robótico para cirugía son la visión en 3 dimensiones inmersiva y magnificada, lo que permite al cirujano ver el campo quirúrgico como si estuviera dentro del cuerpo del paciente, aumentando hasta 10 veces el nivel de detalle.
Además, posee 4 brazos robóticos que transmiten los movimientos de las 2 manos del cirujano, permitiéndole mayor amplitud de movimientos, más precisión y eliminación el temblor del puso. Todo ello combinado con las tecnologías más avanzadas de instrumentalización robótica y de software, que proporciona a los cirujanos una herramienta de gran valor para los pacientes.
Debido a su versatilidad, precisión y comodidad, ofrece a los pacientes una recuperación postquirúrgica más rápida y reduce el riesgo de complicaciones de la cirugía tradicional como el sangrado o menor daño de los tejidos, reintervenciones, transfusiones de sangre, fármacos para el dolor, o tratamientos por infecciones quirúrgicas, entre otras ventajas. De hecho, la estancia media del paciente en el hospital se reduce, lo que provoca que a medio y largo plazo el sistema sanitario sea más eficiente.