El Hospital Universitario de Jaén se suma hoy al Día Mundial de la Hipertensión Arterial, una enfermedad que padece el 30% de la población adulta. Casi la mitad de los pacientes hipertensos desconocen que la padecen y solo uno de cada cinco adultos hipertensos tiene cifras controladas.
Para concienciar sobre esta enfermedad, profesionales de la Unidad de Hipertensión Arterial del servicio de Nefrología han instalado hoy una mesa para tomar la tensión arterial a usuarios, pacientes y profesionales.
La hipertensión arterial constituye una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo, ya que aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca…), cerebrales (accidente cerebrovascular, demencia…) y renales (insuficiencia renal crónica, fracaso renal agudo…).
Además, tres de cada cuatro pacientes con problemas de corazón padecen hipertensión arterial. “De ahí la importancia de prevenir esta patología, para evitar que ello derive en una cardiopatía”, apunta el cardiólogo Miguel Puentes.
Los valores normales de la tensión arterial deben de ser individualizados según la patología del paciente, pero como objetivo general se deberían conseguir cifras menores de 140/90 mmHg. Su diagnóstico es sencillo y se puede realizar midiendo la tensión arterial en el domicilio o en un centro de salud, pero al ser una patología indolente, y la mayoría de las veces asintomática, muchos pacientes hipertensos ignoran que lo son.
La prevención y el control de la hipertensión arterial previene de infartos, ictus y daños renales, además de otros problemas de salud. A menudo puede tratarse eficazmente con medidas higiénico-dietéticas y cuando su control es insuficiente se pasaría al uso de medicación. Se trata, por tanto, de un factor de riesgo modificable.
En la Unidad de Hipertensión del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Jaén cuenta con una consulta para pacientes hipertensos. “Deseamos trasladar la importancia de la prevención, el diagnóstico y el control de la hipertensión arterial” ha señalado Manuel Polaina, nefrólogo de dicha Unidad.
Riesgo Vascular
Esta patología aparece con mayor frecuencia a partir de los 40-50 años de edad favorecida entre otros factores por hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol y una dieta rica en sal, grasas saturadas y azúcares refinados así como la presencia de sobrepeso y obesidad.
“Este aumento de la presión en nuestras arterias puede pasar inadvertido durante años, sin embargo, genera un daño a nivel vascular propiciando lo fenómenos de arteriosclerosis y trombosis que dan lugar a una falta de aporte de sangre a los distintos órganos y tejidos de nuestro cuerpo, favoreciendo la aparición de daños a nivel cardiaco, cerebral con la aparición de accidentes cerebrovasculares, renal e incluso en otras localizaciones determinando problemas de visión o problemas al caminar” ha enfatizado el especialista en Medicina Interna, Francisco Gómez.
Su diagnóstico es muy sencillo con una determinación seriada y controlada de las cifras de tensión arterial considerándose como valores normales los comprendidos entre 120 y 129 mmHG para la tensión arterial sistólica (la máxima) y entre 80 y 84 mmHg la tensión arterial diastólica.
Prevención de la enfermedad
Para su prevención y control es fundamental unos hábitos de vida cardiosaludables como no fumar, no consumir alcohol, realizar actividad física regular y realizar una dieta rica en grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva así como consumir una mayor cantidad de frutas y verduras siendo necesario en algunos casos tratamiento farmacológico.
Las medidas higiénico-dietéticas son un pilar fundamental en el tratamiento de esta enfermedad, y son:
-Reducir el consumo de sal a menos de 5 g/día.
-Dejar el Tabaquismo: Sin exposición al tabaco en cualquiera de sus formas. Fumar aumenta la tensión arterial ambulatoria, además de los efectos nocivos de su consumo a nivel cardiovascular y cancerígeno. Se recomiendan los servicios de apoyo y los programas para el abandono del hábito tabáquico.
– Se recomienda aumentar el consumo de verduras, frutas frescas, pescado, frutos secos y ácidos grasos no saturados (aceite de oliva), se aconseja el bajo consumo de carne roja y el consumo de productos lácteos bajos en grasa.
– Actividad física con al menos 150 min/semana de actividad física aeróbica moderada (30 min 5 días/semana) o 75 min/semana de actividad física aeróbica intensa (15 min 5 días/semana) o una combinación de ambas.
-Intentar conseguir un peso óptimo (IMC 20-25 kg/m2), dado que la obesidad se relaciona de forma directa con el aumento de cifras tensionales.
-Se aconseja moderar el consumo de alcohol, limitándolo a 2 unidades de alcohol/día en varones y 1 unidad día, en mujeres. (1 unidad = 125 ml de vino o 250 ml de cerveza). Además, son aconsejables algunos días a la semana sin consumo de alcohol y evitar el consumo excesivo.
Escuela de Verano de Riesgo Cardiovascular “Antonio Liébana”
Una muestra de la implicación de este servicio en la promoción, formación y difusión de los temas relacionados con la Hipertensión Arterial es la Escuela de Verano de Riesgo Cardiovascular “Antonio Liébana”, que anualmente se celebra en Baeza y cuya directora es María del Pilar Segura, nefróloga de la Unidad de HTA.
Este curso, que el próximo mes celebra su XIV edición, se incluye dentro de las actividades de la Sociedad Andaluza de Hipertensión arterial y Riesgo Vascular (SAHTA), va dirigida a médicos de cualquier especialidad, y cuenta con los mejores profesionales de Andalucía dedicados a la Hipertensión Arterial y el Riesgo Cardiovascular.