El Hospital Universitario de Jaén ha formado en lo que va de año a más de 1.000 madres y familiares en la lactancia materna, tanto en planta como a través de las consultas que se realizan tras recibir el alta médica y una vez han regresado a sus hogares. Esto significa que el 95% de las madres que dan a luz por vía vaginal en este hospital jiennense vuelven a casa ofreciendo leche materna a sus bebés, una práctica muy beneficiosa tanto para la madre como para los recién nacidos.
Igualmente, el porcentaje en este tipo de partos que se desarrollan con la práctica “piel con piel”, a través del contacto directo y temprano con la madre tras nacer, alcanza el 91,7% de los casos, y un 98,5% inician de forma temprana la lactancia materna en el propio paritorio.
Así, el hospital de referencia de la provincia se suma a la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que este año tiene como lema ‘Impulsando la lactancia materna. Apoyando y Educando’. “Las madres que dan a luz en nuestro centro cuentan con el asesoramiento personalizado de una matrona, además de una aula de lactancia, situada en la séptima planta del centro materno infantil, donde las madres y los familiares que quieran sumarse, reciben formación específica para conocer como iniciar y continuar la lactancia”, ha indicado Catalina Lorite, matrona y líder de la Guía de Buenas Prácticas Clínicas de Lactancia Materna del Hospital Universitario de Jaén, incluida en la estrategia BPSO que trabaja intensamente este hospital.
Desde el primer momento tras nacer, se promueve que la madre inicie la lactancia. Además, una vez la madre y el bebé están en planta, las matronas del centro maternal ofrecen información a las mujeres sobre el enganche del bebé, o resolución de dudas. Para ello, el Hospital Maternal cuenta con una matrona en la séptima planta, especialmente dedicada a la atención a estas mujeres. Junto a ello, las matronas del Hospital Universitario de Jaén han realizado diversos materiales audiovisuales destinados a las madres que ofrecen lactancia materna a sus hijos.
Las evidencias científicas disponibles constatan que este tipo de alimentación debe mantenerse de forma exclusiva hasta que los bebés cumplan seis meses y hasta los dos años junto a otros tipos de nutrientes.
Estos estudios indican también que la madre es capaz de producir la leche que su hijo necesita en cada momento, de modo que sus características y cantidad varían durante su crecimiento, además que aporta anticuerpos y sustancias biológicas activas que son capaces de disminuir el riesgo del niño de padecer infecciones y enfermedades cuando sea adulto.
Otra de sus ventajas es el estrecho vínculo que se crea entre la progenitora y el recién nacido, lo que incluso permanece después, junto a la mejora de la capacidad de visión o el desarrollo intelectual, así como la disminución de la obesidad infantil.
Este hábito favorece también la contracción del útero, disminuye el sangrado tras el parto, ayuda a que se consuman las reservas de grasa acumuladas durante el embarazo y reduce el riesgo de desarrollar determinados tipos de cánceres.
El 80% de las madres andaluzas dan de mamar a sus hijos durante su primer mes de vida, pero en el tercer mes ya son sólo un 40% y en el sexto se reduce más aún este porcentaje hasta un 6,4%, según los últimos datos recogidos sobre ello en la comunidad autónoma.